Báñate en mi ojos, que se joda el mar.

dissabte, 16 de gener del 2010

alegria camuflada per donar i vendre

Suele decirse de los músicos que aquieren un vínculo especial con el instrumento que tocan.
Muchas veces me lo he planteado y he pensado que en mi caso no era así, pero cuando me pongo poética y pienso en mi piano me doy cuenta de que a pesar de las notas desafinadas, de sus teclas desconchadas, de lo flojo que es, de los pedales que funcionan mal...algo nos une, y aunque necesito otro piano no me gustaría deshacerme de él.
Mis padres lo rescataron de un colegio de monjas que lo iba a tirar, lo restauraron completamente y lo dejaron en casa, por lo que lo he visto contemplarme desde que nací y razón por la cual fue mi primer instrumento.
Me gusta imaginarlo en sus días de gloria, allá por 1750 cuando fue construido en Sevilla, dulce y afinado, con velas encendidas en sus candelabros, ofreciendo conciertos imaginarios, ayudando a entender y sentir la música quizás en algún colegio, depósito de sueños de algún estudiante mediocre o de algún profesor consagrado.
Y me gusta, porque como yo, no es bueno, no tiene calidad ni es prodigioso,pero es melancólico y diferente, y alguna vez ha sido una pequeña parte de una gran historia.
They usually say there's always a special relationship between musicians and their instruments.
I thought of it many times and considered it wasn't my case, but when I feel a little poethic and think about my piano I realise that instead of the out-tunned notes, its chipped keys, its weakness, its pedals that don't work...something sticks us together, and even though I need another piano, I wouldn't like to get rid of it.
My parents rescued it from a convent's school who was just about to throw it out and they restored it.They left it at home, so it has seen me grow up and it's the main reason why it was my first instrument.
I like to imagine how it was in its glorious days, just in 1750 when it was built at Seville, sweet and well-tunned, with lighten candles on its candelabras, offering imaginary concerts, maybe helping to teach and make others feel music in a school, the box where a young student or an old teacher put their dreams long ago...
And I like it, because it's like me in many ways: it isn't good, it has no quality and it's neither prodigious,but it's melancholic and different and has some time been a little part of a big history.

5 comentaris:

  1. i wish i could play. i wish i had the patience to learn... lucky you!

    ResponElimina
  2. No creo que tu no seas buena ni de calidad... como tu piano! :)
    Me encantan las cosas que tienen historia, y si es algo tan bonito como un piano, todavia mas!

    ResponElimina
  3. Uy, que la de antes era yo, de anonima nada! Este blogger...

    ResponElimina
  4. Guarda esos pequeños secretos, valora esas pequeñas uniones y nunca nunca pienses que eres mediocre. El echo de poder tocar ya te eleva por encima de muchos.

    ResponElimina
  5. qué bonita entrada, una vez más...me ha gustado pasar por aqui...

    ResponElimina